Día 6 - Lucas 4:42

Y cuando era de día, partió y fue a un lugar desértico, y el pueblo lo buscó, y vino a él, y se quedó con él, para que no se apartase de ellos.

Lucas 4:42

Las decisiones más difíciles de tomar no suelen ser entre lo que es bueno y lo malo. Por lo general, las decisiones más difíciles son entre lo que es bueno, mejor y mejor. Es tan importante poder escuchar claramente la voz de Dios cuando se enfrentan a decisiones importantes. Jesús se desconectó regularmente del mundo para escuchar la voz de Dios.

Esta temporada de despertar se trata de desconectar del mundo para que podamos escuchar la voz de Dios. Todo tipo de cosas tratarán de sacar a Dios de tu vida. Jesús se enfrentó a la presión de las multitudes, y tuvo que elegir entre hacer el bien y hacer la voluntad de Dios. Las multitudes constantemente se abrazaban de Jesús para sanarlos o para hacer otro milagro. ¿Qué habría pasado si Jesús hubiera escuchado la voz de las multitudes? Se habría conformado con una muy buena causa, sanidad, pero perderia su propósito principal de predicar el reino de Dios a la humanidad perdida. Jesús sabía que con tanta necesidad en todas partes, tenía que escuchar la voz de Su Padre, o habría escogido erróneamente lo que es bueno en lugar de lo que es Dios. Eso es exactamente lo que sucederá en nuestras vidas si no estamos sintonizados con Dios y escuchamos Su voz sobre la voz de la multitud.

La voz de la multitud no puede responder a la pregunta: "¿Por qué estás aquí?" Cuando escuchas la voz de Dios, comienzas a entender Su propósito para ti y de lo que se trata. Es entonces cuando puedes priorizar tu vida alrededor de ese propósito; este es un lugar liberador para estar, y sin complicaciones su vida. Una vez que comienzas a darte cuenta del propósito de Dios para tu vida, comienzas a entender algo fundamental sobre ti mismo; no estás aquí en la tierra simplemente para existir, sino que, ¿adivina qué?—te enviaron. Toda tu vida cambiará cuando entiendas que fuiste enviado aquí por Dios. No conozco tu asignación específica con respecto a tu carrera, relaciones u otros asuntos. Sé que todos estamos llamados a ser testigos de Jesús. Quiero desafiarte a mirar las actividades normales de tu vida cotidiana y a verlas como oportunidades para ser testigos de Jesús. Durante tu ayuno, busca maneras de servir y alentar a los demás en el trabajo, en casa, en tu vecindario o en la iglesia.

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